Corren malos tiempos para Mateu Lahoz, el colegiado español más dialogante y mediático. Durante la última década han sido muchos los entrenadores y jugadores que alababan su talante dialogante. "Al menos con él se puede hablar, te explica sus decisiones, otros van de un arrogante...", contaban algunos futbolistas de Primera división en petit comité.
Porque Mateu siempre ha sido diferente, de los que se preocupaban no ya por analizar qué futbolista regatea, cuál simula, quién entra más fuerte. El valenciano iba más allá y estudiaba las inversiones en otros negocios de los jugadores a los que iba a dirigir e incluso sus asuntos personales, si habían sido padres recientemente o habían estado lesionados. Todo para comentarlo más tarde con ellos mismos.
Pero el paraíso en el mundo arbitral no existe y ya empezaron a sonar algunas voces de jugadores de clubes más modestos que señalaban que el trato era más cordial con las estrellas que con ellos. Y que lo mismo, antes de empezar un partido, se mostraba simpático y les preguntaba por sus negocios, que si el choque se endurecía, su carácter cambiaba sin previo aviso y si intentabas hablar con él, volaban tarjetas por doquier.
El derbi Barça-Espanyol
Justo lo que le pasó en el derbi entre el Barcelona y el Espanyol. Llegó un momento en el que Mateu pareció perder el control, como luego diria Xavi. Como si la presión de los jugadores locales y del Camp Nou por pitar un penalti -acertó- sobre Joselu le afectase. Desde ahí se perdió y se descontroló.
Jordi Alba asegura que no le dijo nada merecedor de una tarjeta antes de su expulsión y que incluso el colegiado se olvidó de que ya le había mostrado una amarilla poco antes.
Instantes después expulsó en una misma acción a dos del Espanyol: a Vini Souza por la segunda cartulina y a Cabrera por roja directa por agredir a Lewandowski. Desde el VAR le dijeron que lo fuera a ver, que no parecía agresión. Y Mateu, sin estar muy convencido del todo, le retiró la roja.
De ahí al final, todos, barcelonistas y espanyolistas, acabaron indignados.
El Mundial con Argentina-Países Bajos
Lo que sucedió en el Camp Nou se pareció y mucho, para su desgracia, con lo acontecido en el partido de cuartos de final de Catar 2022 entre Argentina y Países Bajos. Allí, después de varias acciones antideportivas por parte de ambos bandos, la cosa se calentó en demasía.
Y aunque sus decisiones estuvieron justificadas y a nivel técnico no hubo ningún reproche de la FIFA, la realidad es que la forma de manejar a los jugadores, no atajar a tiempo algunas acciones violentas y no expulsar a algunos protagonistas de las mismas, dejó muchas dudas en su labor. Argentinos y holandeses también acabaron enfadados con el mundo y, por supuesto, con Mateu, del que Messi dijo que la FIFA "no puede poner un árbitro así para este nivel de partidos".
Récord mundial de tarjetas
En ese choque mundialista fueron 18 las tarjetas que mostró, récord absoluto en la historia de las Copas del Mundo. En el derbi catalán la cifra se quedó en 16, también récord en la historia de LaLiga.
Ansu Fati, Gavi, Jordi Alba (2), Ferran Torres, Pedri, Arnau Tenas, Xavi Hernández, Brian Oliván, Cabrera, Calero, Vini Souza (2), Expósito, Joselu y Puado fueron los que recibieron amonestaciones.
No son números normales para un Mateu Lahoz que se las daba de árbitro dialogante.